Deborah Campbell no es ajena al emprendimiento, comenzando su primera aventura comercial vendiendo tarjetas de Navidad a los 14 años.
Desde entonces, ha sido propietaria y operadora de varios negocios, incluyendo una tienda de ropa y una cafetería. Pero una noche, mientras preparaba sushi con su hijo, nació una idea que la llevó en una nueva dirección empresarial.
La fabricación de sushi presententaba problemas. El arroz se pegaba por todas partes, generando preocupaciones sanitarias y la tradicional estera de bambú era lento. Los rollos resultantes no eran ideales debido a su desorden.
“Mi hijo dijo: Tiene que haber una mejor manera de hacer ésto”, recuerda Deborah.
Deborah y su hijo hablaban sobre crear una máquina para hacer sushi, que ella comenzó a diseñar en su cabeza. Deborah hizo un prototipo de madera y uno de Legos®.
Utilizando las medidas del prototipo de Legos®, Deborah construyó una versión de acrílico con la ayuda de su esposo, siendo demasiado grande y costosa, con un precio de $500. Luego redujo el tamaño y perfeccionó el diseño, pasando por 20 a 30 prototipos. La hija de Deborah ayudó estéticamente con el logotipo y las variaciones de color, convirtiendolo en un proyecto familiar.
La versión final consiste en piezas de acrílico que se ensamblan, eliminando la necesidad de pegamento y permitiendo que es apto para lavavajillas.
Después de colocar los ingredientes en el interior, una manivela es todo lo que se necesita para producir un rollo de sushi sellado de tamaño estándar en cuestión de segundos, de ahí el nombre 2 Minute Sushi.
“Una vez hicimos 64 piezas de sushi en 15 minutos con 2 Minute Sushi”, dijo Deborah. “Realmente agiliza la fabricación de sushi para que sea mucho más limpia y rápida.”
Al solicitar una patente no provisional, Deborah descubrió el Programa de Patentes en el Centro de Recursos Mi Casa a través del sitio web de la Oficina de Patentes y Marcas de los Estados Unidos. El Programa de Patentes conecta a los inventores de bajos ingresos con profesionales de patentes voluntarios que brindan servicios legales de forma gratuita. El proceso legal para obtener una patente completa generalmente requiere de tres a cinco años y miles de dólares en tarifas.
Fue conectada con abogados de Merchant & Gould, quienes la ayudaron en el complejo camino de obtener una patente completa.
“No creo que hubiera obtenido una patente completa sin la ayuda del Programa de Patentes”, dijo Deborah. “Los reclamos deben ser redactados de una manera particular, que solo los abogados son especialistas.”
Los inventores que intentan navegar el proceso de patentes sin ayuda legal pueden tomar decisiones que perjudiquen el valor de su solicitud de patente.
“El Programa de Patentes conectan a los inventores que califican con un profesional voluntario que tiene experiencia en patentes y puede ayudarlos a través del complicado proceso y las muchas decisiones en el camino”, dijo Ben Fernandez, un abogado voluntario del Programa de Patentes. “Es un proceso largo con muchas fases. Incluso para empresas sofisticadas, es un esfuerzo de alto riesgo y alto costo.”
Despues de dos años de contactar al Programa de Patentes, Deborah y su familia recibieron una patente completa en Mayo de 2016, en parte gracias a una aceleración que pudo solicitar debido a la edad de su esposo.
El consejo de Deborah para otros inventores se centra en la perseverancia.
“Solo sigue adelante y no te rindas”, dijo Deborah. “Lo hice minuto a minuto, haciendo lo mejor que pude y busca ayuda. Los abogados del Programa de Patentes hicieron un trabajo maravilloso y fueron muy amables. No lo habría logrado pasar por el proceso de patente sin ellos.”